La policía de Santa Fe comenzará a utilizar, a partir de marzo del 2025, pistolas Taser. Así lo confirmó el ministerio de Seguridad provincial que en el marco del plan de Seguridad, anunció la adquisición de 100 de estas armas de electroshock que comúnmente se las conoce por su marca.

Al respecto, el subsecretario de Tecnología y Equipamiento del Ministerio de Justicia y Seguridad, Armando Faraoni, anunció: “avanzamos en la etapa administrativa y a fines de marzo, aproximadamente, la Provincia incorporará 100 de estas pistolas”.

“Con esta adquisición le estamos otorgando a la policía una herramienta de control y defensa con una letalidad infinitamente menor a las armas de fuego, ya que si bien las armas no letales no existen, las Taser tienen una muy baja intensidad de corriente, que logra inmovilizar a quien recibe el disparo para ser reducido por el agente”, agregó.

Con respecto al funcionamiento de las Taser, desde la provincia explicaron que son armas d. electroshock, que generan un arco elettrovoltaico que pasa por el cuerpo, con mucha potencia -alrededor de 50.000 voltios de tensión-, pero con una muy baja intensidad de corriente -de 4 miliamperios-, lo que provoca el bloqueo de los músculos motores, inmovilizando a quien recibe el impacto de manera inmediata, permitiendo su reducción sin poner en riesgo la integridad física de los involucrados. 

En ese sentido, Faraoni indicó que “no hay que asociar el voltaje con la letalidad, porque lo que hace letal a un arma es la intensidad de corriente, y en este sentido las Taser transmiten menos intensidad de corriente que un desfibrilador, e incluso se pueden utilizar para disparar a una persona que tiene un marcapasos y no la afecta”
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Estas pistolas “son pensadas para los agentes caminantes y ese tipo de patrullamientos”, dijo el funcionario; y se recomienda el uso solo para reducir a personas que se encuentran en un estado de alteración o bajo efectos de estupefacientes. 

A modo de control, el Ejecutivo provincial también incorporará 100 bodycam que tendran cada uno de los agentes que utilicen las Taser. Estas cámaras corporales se colocan en el pecho y graban desde 15 segundos antes del disparo. Según el subsecretario, “esto permite monitorear si hubo un buen uso o un abuso de la Taser. Así se puede proteger al efectivo de una falsa denuncia por la mala utilización del arma”.