Mauro Icardi y Wanda Nara vienen protagonizando desde hace tiempo un ida y vuelta en su relación que parecía no terminar nunca. Este viernes ese corte definitivo podría haber empezado a consolidarse tras la denuncia de la conductora y la intervención judicial.

Sobre el final del día, un operativo comandado por la comisaría 2ª de Tigre ingresó al barrio privado Santa Bárbara, donde estaba viviendo el futbolista, y llevó adelante una “exclusión de hogar”. A pedido de Wanda, y con una orden del juzgado de Garantías Nº2 de Tigre, los agentes llegaron al lugar y desalojaron de la propiedad al deportista rosarino.

Además, se le informó al jugador del Galatasaray de Turquía la prohibición de acercamiento tanto a Nara como a su domicilio. Las fuerzas policiales realizaron una inspección de la propiedad a los fines de establecer si había armas de fuego o elementos peligrosos, pero el resultado fue negativo.

La denuncia, radicada por Wanda Nara en la comisaría 2° de Tigre, quien a su vez fue entrevistada por el Sistema de Emergencia Social del municipio tigrense, fue por las amenazas sufridas por parte del deportista, por lo cual se requirió la medida cautelar. Por su parte, Icardi publicó en redes la solicitud de un bozal legal que emitió ante la visita que ella hará al programa de Susana Giménez.

Esta situación tuvo un fuerte epílogo en medio de un divorcio plagado de tensiones en donde la conductora intentó desalojar previamente al futbolista. Horas más tarde, la situación escaló luego de que la empresaria realizara una denuncia por amenazas contra su expareja.